Starting from the end and finishing in the beginning

Punto cero, punto de partida, donde empezó todo. Una noche y mucho alcohol. Tal y como la de ahora. Te encuentras en el mismo punto que hace exactamente unos cuantos meses, perdida. Te recoges el pelo, y te miras las manos, como si tuvieran la respuesta. No la encuentras, te desesperas y lloras. El sentimiento de estar haciendo todo mal, de haber metido la pata. La impotencia de no poder hacer nada. Te miras en el espejo y ves lo hinchados que tienes los ojos, acto seguido intentas contar todas las noches que has pasado sin dormir. Te pierdes en la cuenta. Nadie sabe ni como ni porque has llegado a este punto pero el no poder hacer nada te esta matando. Eres completamente incapaz. Estas entre perder y poder ganar haciendo que el tiempo actúe. Miles de imágenes se te aparecen por la cabeza, y empiezas a llorar como si quisieras inundar el mundo. No quieres seguir pero no quieres perder. Apuestas por intentar seguir, pero cada palabra es como una puñalada. Te das cuenta de que has quemado el libro antes de escribirlo y que el viento se ha llevado los restos, no queda nada. Descubres que no tienes razones para quedarte y si para irte, pero sabes que la respuesta no es la huida, y que puede que lo que realmente necesites es un por favor quédate sin ti no puedo seguido de una demostración de ello.  Lo puedes perder todo o ganarlo con dos palabras. Sí realmente te lo estas jugando todo en una causa perdida en la que ves el final tan cerca como el principio, en la que no sabes muy bien cual es la mejor forma de acabar o en la que por mucho que lo has intentado ha acabado todo en perdida. Es como si tuvieras la oportunidad de eligir si vivir o morir. Merecer la pena la merece y mucho. Pero sabes de sobra que nunca va a ser antes, que puede que sea invertir tiempo en nada o que lo único que salga de ahí sean lágrimas y malos recuerdos. Pero sabes que desde el primer momento  en que te falte vas a echarlo de menos, vas a llorar porque vuelva y te vas a arrepentir de no poder decir todos aquellos te quiero que te atragantaban. Y sabes de todas formas que dejar de intentarlo sería demasiado fácil y si has perdido una vez, busca un camino alternativo. Pero has buscado en tantos sitios que no sabes donde te queda por buscar. Puede que mañana te arrepientas, puede que quieras menos palabras, más hechos. Pero por mucho que hoy esto se acabe no impide que en un futuro se pueda volver a intentar. Porque nada es definitivo ni para siempre.