domingo, 2 de diciembre de 2012

Perhaps it's a moment of change

Llega un momento donde aquellas personas que creías que iban a estar siempre se esfuman, como la pintura de un cuadro con el tiempo. Donde encuentras recuerdos en cada esquina; de esos que te hacen llorar por todo lo que echas de menos esos instantes. Donde el no puedo pasa a ser un no quiero condicionado por el miedo. Cuando recuerdas exactamente el momento en el que dejo de doler para acabar en el olvido. O cuando lo has intentado de todas las maneras y aún así no encuentras la solución. Cuando te desesperas y tienes que repetir para ti misma  lo poco que te importa aunque en el fondo sabes que te estas muriendo por ello. El instante donde piensas que esta todo arreglado y de repente una nota, una misera nota hace que recuerdes todo lo que habías logrado olvidar. Mirarse el espejo, ser incapaz de reconocerse, acto seguido sumida en un mar de lágrimas, romperlo. El instante en el que sonríes a todo eso que no tuviste la fuerza suficiente de superar tiempo atrás. Volverse fría y distante simplemente para asegurarte que no sufres. Cuando ganar pasa a ser una necesidad y los puntos y final una costumbre. Ser totalmente capaz y no poder dar el paso definitivo. No querer acabar, no querer olvidar se vuelven tu filosofía de vida. Llegar a dejarlo todo por estar estancada en el no puedo. Creer que puedes y quedarse a medias. Sentir impotencia, odio. Y  que las ganas de acabar con ello solo te hagan recaer en el mismo error de siempre. Enamorarse, sufrir y depender totalmente de esa persona. Un segundo más tarde darse cuenta. Cerrar los ojos y desear con todas tus fuerzas que no hubieses llegado a ese punto de dependencia. Acto seguido se te resbalan las lagrimas. Querer retroceder y darte cuenta de que estás encerrada en el tiempo. Solo puedes modificar el ahora y el mañana. Percatarse de que es demasiado tarde y dejar de intentarlo. Lentamente repasar el pasado con cada segundo de canción. Cada error, cada momento de felicidad, cada lloro, cada abrazo e incluso cada beso consiguen descentrarte, consumirte paulatinamente. Repasar todo hasta llegar al segundo exacto en el que estas ahora. Darte cuenta de todo lo que has perdido y te queda por perder, pero por el contrario te das cuenta de todo lo que has ganado y todo lo que te queda por ganar todavía. Ese momento es en que decides que tienes un 50% de posibilidades de ser ganador y que probablemente merezca la pena intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario