jueves, 5 de julio de 2012

We used to be together

Duele. Duele saber todo lo que hemos vivido. Duele no ser capaz de mirarte a la cara sin soltar una lágrima, o de ver tu nombre escrito y que te entren esas ganas de tenerle en tus brazos. Duele verte sonreír y darte cuenta de que no es gracias a mi. También que suene nuestra canción y cada palabra de la letra consiga hacerme llorar. Duele despertarme y darme cuenta de que no estas al otro lado de la cama abrazandome o susurrandome al oído lo guapa que estoy recién despierta. Duele el no ser capaz de decirte lo que realmente pienso, por miedo a perderte para siempre. Duele aún más pasarme noches y noches en vela, leyendo conversaciones contigo, sonando repetidamente nuestra canción, derramando cada vez más y más lágrimas. Duele recordar tu besos, tus caricias, cuando me cogías del brazo y me suplicabas que por favor no me fuera, o que por ejemplo aquellos momentos en los que me mordías la oreja nada más despertarme. Duele recordar tu forma de quitarme la ropa y tirarme a la cama. Duele ver que no puedes más. Duelen las tardes pasadas juntos, y los amaneceres que decías que todavía nos quedaban. Duele acordarse de cuando me decías que lo más bonito de este mundo eran mis ojos verdes o mi pequeña sonrisa. Duele que ya no me vayas a contar las pecas de mi cuerpo o que no me vaya a ir a la cama con una sonrisa solo porque tú me habías dado las buenas noches. Duele echarte de menos. Duele los kilómetros que nos separan. Duele todo lo que nos quedaba por vivir. Duele a ver perdido sin ni si quiera a ver ganado nada. Duele que ya no sea tu princesa o que no me vayas a callar con un beso. Duelen los minutos pegados al teléfono, hablando de cualquier tontería, porque lo único que importaba era oír la voz. Duele cada te quiero. Duele no poder verte y duele aún más contar las noches sin dormir que me quedan para verte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario