HOY, HEUTE, TODAY, GAUR, AUJOURD'HUI

Demasiados complejos para un cuerpo tan pequeño. Demasiada obsesión con lo defectos para ver las virtudes. La autoestima lo suficientemente baja como para no poder dejar de llorar. Un domingo frío de febrero en el cual todo pinta mal. Cansancio, nerviosismo, preocupación, tristeza, apuro y muchos muchos problemas sin resolver. Has aprendido a ignorarlos al hacer tu día día, estando ocupada no pensando en ellos. Cuando llega un momento, todo sale a la luz, bum como una bomba, todo de golpe, haciendo cada vez más daño, ya sin control. Intentas contenerte, pero te das cuenta de que te empiezan a correr lágrimas por las mejillas y es demasiado tarde. También reparas en que no es algo concreto si no que es todo, te acaba de estallar en la cara, sin piedad alguna. Te empiezas a plantear cambios, que suenan lógicos, también te empiezas a cuestionar como haces para poder con la rutina y despertarte con una sonrisa. Lo que pinta tan mal hoy, mañana pintara bien. La gente que realmente te conoce de verdad se plantea como puedes lucir una sonrisa estando tan mal. Y realmente es cuando comenzamos a pensar que todo tiene truco, que cuando te acostumbras ya deja de doler, aprendes a lucir una sonrisa en los peores momentos, sólo para demostrar que ere lo suficientemente fuerte como para poder sonreír a pesar de lo que tienes encima.