The fighter

Estaba perdida, aturdida, muerta de miedo y tiritaba de frio. Tenía los ojos rojos y unos riachuelos de lágrimas resbalaban sobre mi palida piel. El rimel corrido y el exceso de maquillaje ya ni si quiera se notaba. Mis rizos rubios, antes llenos de vida, se habían alboratado, como si se revelaran. Muerta, quería estarlo, no me apetecía seguir luchando por una felicidad que no encuentro y en mi opinión no que existe. No quiero seguir, me duele todo el cuerpo, pero lo que más el corazón. Me da por recordar. Recuerdo cuando me gritabas, me hacias daño con tus duras palabras, continuos problemas de los que intentaba salir. Me esfuerzo e intento recordar un poco más, hasta llegar a esos momentos donde sonreia, me lo pasaba bien. Y de repente esa sensación que pensaba haber olvidado, sí esa que te hace llorar de la risa, sonreir por tonterias.. ah.. sí ya recuerdo se llama felicidad. Esa felicidad que como he dicho antes, para mi se ha perdido. Realmente me empiezo a plantear si a esta realidad no le caigo bien, o el mundo es demasiado duro para mi. No lo sé. Y sumida en un mar de lágrimas sin saber porque me levanto, a duras penas, pero me levanto. Me seco las lágrimas y decido andar, tirar para adelante. No me entiendo, pero sera verdad lo que dicen, que en el fondo soy una luchadora difícil de derribar y que piensa seguir buscando su felcidad, por muy duro que sea camino y por mucho que cueste.