domingo, 11 de noviembre de 2012

I'm not losing another game, I swear

Llega un momento donde pierdes tanto que no te queda nada que ganar. Donde has perdido la confianza en ti y en el resto. Cuando el lo tenemos no basta, porque cuando parece que estas más cerca entonces es cuando te arrebatan la victoria de las manos. El momento donde parece que eres la única persona a la que le importa. O cuando el continuo agotamiento, hace que las lágrimas se te resbalen por las mejillas. Cuando llega el momento que no puedes hacer nada, todo esta perdido. El puto momento exacto donde empezaste a   perder, a dejar de intentarlo, a dejar de luchar. Ese mismo instante en el que parecía que lo imposible estaba pasando, en el que la cosa más pequeña del mundo parezca  lo más difícil de afrontar. El segundo en el que si  falla una fallan todas, o si cae una, ya nadie va a estar para levantarle porque habíamos caído todas a la vez. Aquellos 3 minutos de canción en la cual parecía que contaban tu vida. Los diez segundos que dura un abrazo, haciendote tener la sensación de que todo va a salir bien. Ese instante, esos 4 segundos que echan todo un año por tierra. El punto y final que hace que no quieras continuar, y que tirar la toalla quizás sea la opción más fácil y más tentadora. Esos 60 minutos de partido, en los que parece que puedes, pero en el minuto 40 te das cuenta de que se te escapa entre los dedos y no puedes hacer nada para retenerlo. Cuando  lo posible se vuelve imposible y lo imposible posible. Esa circunstancia en la que los sueños y las ganas de unas grandes se rompen en mil pedazos. Esa fracción de segundo en las cuales las ganas y el esfuerzo parecen que son en vano. El momento que intentas buscar la solución al problema y te das cuenta de que verdadero problema es que no sabes cual es. Cuando llegas al momento de desesperación, justo al que el vamos, o el ánimo deja de tener sentido lógico. Cuando las risas se transforman en lágrimas, y la felicidad en tristeza. Ese puto instante en el que tienes que empezar a celebrar cada segundo que pase, cada victoria, cada gol como si fuese el último. Y cuando tienes que tirar para adelanta con una menos. Cuando sabes que puedes pero no estas segura de si quieres o como cuando estas tan hundida que no quieres. Desde ese mismo segundo se lucha porque te das cuenta de que hay tanto que ganar y tan poco que perder. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario