Perderse en las finas burbujas de un buen chanpagne. Entre la cercanía de la gente que te rodea, que aunque sea mucha nunca me había sentido tan sola. Entre las sonrisas falsas y las risas sin sentido. Entre el silencio instantaneo de una cena que apenas recuerdo porque se hace, meramente por pura tradición. Las pequeñas discusiones que se forman e incluso los pequeños gritos creados por un segundo de rabía y con proposito de desahogarse. Los regalos hechos sin ningún interés simplemente por cumplir, o el recibimiento de algo que no te gusta y la pequeña mentira de 'muchas gracias, me gusta mucho'. La extraña libertad que se siente de repente no se sabe porque. Que logicamente te gustaria estar en otro sitio, lleno de risas, de felicidad, y de gente con la que puedas decir algo sin morirte de verguenza. Pero es lo que hay, no hay segundas oportunidades, disfruta del momento por poco que te guste, porque nada absolutamente nada es para siempre. Porque el tiempo corre a velocidades increibles, mucho más rápido de lo que tú personalmente crees. Por eso precisamente te digo que seas feliz cada minuto de tu corta e intensa vida.
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